Para nosotros, en la bici, era peor pararse que seguir pedaleando, porque era preferible la brisa tórrida que
genera la bici que nada,
lo que unido a la inmensa humedad provoca que si te paras, en cuestión de segundos el organismo comienza a generar tanto sudor que quedas empapado.
lo que unido a la inmensa humedad provoca que si te paras, en cuestión de segundos el organismo comienza a generar tanto sudor que quedas empapado.
¡Y claro que los había y vimos junto a la carretera! Aulladores exactamente |
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Con Mare en Bucaramanga |
¡Qué cosa más maravillosa las Guanábanas! |
Carne "oreada", riquísima y lista para los "almuerzos corrientes" (menú del día) en puestos junto a la carretera |
¡¡Hasta el asfalto se derrite del calor...!! |
Bucaramanga es la puerta de la temida
"Tierra Caliente". La primera etapa, el 18 de Octubre, fue bien bonita a pesar de todo, aún
estábamos a 700m de altitud y fuimos bajando hasta los 100m de San Alberto, con un paisaje
cambiante y con puestos inmensos de fruta, estamos enamorados de estos puestos
a pie de carretera, con frutas inimaginables en Europa y siempre a precios más
que asequibles, además que siempre nos preguntan y admiran del viaje, creo que
además están encantados (y sorprendidos) de que hablemos el mismo idioma y puedan
comunicarse perfectamente con nosotros (acá están acostumbrados que los
viajeros raros -mochileros-bicicleteros no hablen bien español), así que raro
es que no nos regalen algo de fruta además de la que les compramos. Anne Sophie
ni se quejó de los 103km con 1.600m de desnivel positivo. Cuando salimos de
Bogotá decía que nunca más de 60km... ahora con 103km y ese desnivel, ni
siquiera pide día de descanso, bien resignada ella. Y lo peor es que aunque el
calor este primer día ya era sofocante, los augurios que nos daban no eran muy
prometedores: "aquí todavía hace fresco.... ya verán más adelante...".
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Con Damián y su novia en San Alberto |
Y efectivamente, las siguientes etapas fueron
de carretera y calor: Aguachica,
Curumaní, Agustín Codazzi, ciudades en las
que a pesar de encontrarnos con gente que nos trató muy bien, no encontramos
nada más. Excepción de la Serranía del Perijá y la finca cafetera de D.Ninger,
que conocimos gracias a la amabilidad de Alexander. Después tuvimos que hacer
un desvío técnico hasta Valledupar
para arreglar una avería grave en la bici de Anne Sophie.
En Valledupar, a pesar de sus 500.000
habitantes, las tiendas de bicis no tienen mecánicos, sino unos chavales que se
ponen en la acera justo delante y hacen las funciones... a nosotros un tal
Eder, alias "MacGyver", nos hizo una chapucilla en los trinquetes del
eje de la rueda, que increíblemente, rezos de por medio, va durando hasta la
fecha. Después de Valledupar, por salud mental para no seguir día tras día de
carretera y calor, hicimos un desvío a Patillal,
y algunas comunidades indígenas que había por esa zona (La Mina, Villarueda), y
desde allí nos dirigimos a La Guajira, tierra de indios Wayuu, con fama de
irreductibles, insociables.... y ladrones. Por La Guajira discurrirá nuestro
viaje, y sobre la Guajira será la próxima entrada de este blog.
Pero el relato que mejor refleja lo vivido en
la Tierra Caliente de César es de Anne Sophie, que os dejo a continuación,
traducido:
Escenas típicas de los pueblos de Tierra Caliente. Nadie camina y hay millones de motos: Peligro de atropello real por la falta de costumbre que tienen de encontrar peatones. . |
No hay ni un sólo local climatizado. Por la noche, el ventilador mueve
un aire húmedo sin refrescarte. 30 minutos después de tomar una ducha de agua
fría, uno ya está chorreando sudor. Eso te impide dormir bien, además, nos
tenemos que levantar a las 4am para salir con el fresco de la mañana, y voy
acumulando cada vez más sueño.
En Aguachica, una ciudad de 100.000 habitantes, tienen el agua
racionada, al punto de que sólo les llega ¡cada 8 días!, tienen que
almacenarlo.
Afortunadamente el camino es plano, por lo que hacemos muchos
kilómetros diarios para atravesar este lugar lo más rápidamente posible: 103km
el primer día, 72km el segundo, 115km el tercero, 110km el cuarto....
Afortunadamente junto a la carretera hay a veces ríos frescos en los
que podemos bañarnos, aunque generalmente siempre con un chiringuito al lado
con la salsa o vallenatos a un volumen imposible, parece que aquí es el mejor
reclamo publicitario, nosotros a veces tenemos que alejarnos a más de 300m para
poder mantener una conversación.
Casi se comprende por qué esta zona de Colombia está casi vacía de
gente".
Cacao |
Café sin descascarillar |
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