Argentina: Salta-Cachi-Cafayate

De los Andes a la Amazonía

Objetivo Central del viaje: Bajar en Bicicleta por la "carretera de la muerte" desde La Paz (4600m) a Coroico (1100m).Alrededor de este evento he organizado una ruta que ha comenzado en Salta y los Andes argentinos y acaba en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia). Tenía intenciones "muy ciclistas y senderistas", pero no siempre se pudieron cumplir.

La parte inicial del viaje ha discurrido por los Valles Calchaquíes, zona vitivinícola y de grandes contrastes paisajísticos pues en pocos kilómetros se asciende hasta los 4.000 m de altura. Desde allí el viaje discurrirá por la Quebrada de Humahuaca, que en tiempos fue el camino natural de unión entre el virreinato del Perú y el del Río de la Plata, por ello es una ascensión suave, desde los poco más de 1.000 m sobre nivel del mar de Salta, hasta los casi 4.000 m de La Quiaca (frontera con Bolivia). De ahí tomaré un tren nocturno que pasará por el Salar de Uyuni para dejarme en Oruro, de ahí a La Paz, a cumplir el objetivo del viaje, el descenso en bici por la carretera de la muerte, y desde ahí, zona selvática, es imposible de llevar acabo con exactitud cualquier tipo de planes preconcebidos, al ser temporada de lluvias...... acabé en Rurrenabaque y Santa Cruz de la Sierra. 

Valladolid (España) - Salta (Argentina)   -  27 marzo 2009

Tras un mes de preparación del viaje, por fin estoy en marcha....

Y parece que todo comienza con buen pié, consigo billete del AVE a Madrid el día anterior y con descuento. En Madrid parada laboral obligada, y cumplida la obligación, comienzan, por fin, las ansiadas vacaciones, como habitualmente en estas fechas “rumbo al sur” a calentarme y huir del frío unos días.
El vuelo de AIR COMET muy puntual, y con la suerte de que iba casi vacío, así que como salía a las 22.30 h y añadido el cansancio que acumulaba desde hacía dos semanas hizo que pasase todo el viaje dormido, ¡y como un señor! estirado todo lo largo que soy en 4 butacas centrales de las que hice acopio.

Llegada a Buenos Aires y traslado de Aeropuerto. Aquí ya empieza a cambiar la suerte, un monumental atasco me hace perder el primer vuelo a Salta (al menos no lo tenía contratado, de milagro), pero en el siguiente hay lugar, y subo, camino a Salta.

Me habían hablado bien, pero no me pareció gran cosa "Salta, la linda" como la llaman por aquí. Una ciudad colonial, como tantas, y muy bulliciosa.

Me pongo manos a la obra para dar cumplimiento a mis intenciones primogenias (alquilar y desplazarme en bici siempre que se pueda): IMPOSIBLE alquilar bici, me dan una dirección, pero tras ir, allí nadie sabe nada.

Eso sí, fui aclarando las ideas y decido contratar un tour a Cachi, y desde allí intentar llegar hasta Cafayate por mi cuenta (no hay bus).

Por la noche fui a un festival de teatro que además era gratuito por ser el día del Teatro, pero estaba tan cansado que daba cabezadas en plena obra, así que tras el teatro al hotel, y dejaremos para mejor ocasión toda la fiesta que hay en la famosa calle "Balcarce" y en la peña "La Casona". Realmente tendría que haber sacado fuerzas de flaqueza para ir, porque durante todo el viaje me encontré comentarios de gente que lo había pasado en grande en estos sitios, y además en el teatro conocí un grupo de estudiantes muy majos….

Salta - Cachi – Cafayate  -  28 Marz 2009

A las 7 am me recogen.... 

Suerte que la guía y conductor son realmente simpáticos y han hecho del viaje una delicia, con la ventaja de que nos han explicado muchas cosas que serán de utilidad para el resto de visitas que haga por cuenta propia.

El recorrido espectacular, sobretodo la "Cuesta del Obispo" y el Parque Nacional de los Cardones, no me imaginaba que hubiese esto en Argentina, porque a estos Cactus sólo les falta tener debajo al campesino mejicano con sombrero, echando la siesta a su sombra.


Cachi no me gusta, pero busco bicicleta de alquiler para hacer un recorrido por los alrededores: ¡de nuevo imposible!, las hay pero no las tienen listas...., así que me voy de Cachi.... El Tour regresa a Salta, pero decido lanzarme a la aventura y me quedo allí con el equipaje que previsoramente había traído conmigo.

Busco, y enseguida unos franceses, Jonathan y Felipe, que tienen un coche alquilado, me llevan para Cafayate. Además al no haber transporte público es la única forma de poder visitar la Quebrada de las Flechas.

Jonathan… un poco loco conduciendo por las pistas de ripio. ¡luego me dijo que es que no tenía carné!, pero bien, y celebramos el viaje, invitándoles yo a cenar en Cafayate, con un par de botellas de vino de la zona, muy apreciado.

Cafayate sí que me gustó mucho, tiene su plaza colonial, pero sin el tráfico de Salta, además en Cafayate todo el mundo se desplaza en bicicleta, parece Amsterdam (pero sin ladrones de bicicletas, aquí ni las candan).

AHORA SÍ, me he agenciado una bici para hacer mañana la Quebrada de las Conchas o de Cafayate.

Quebrada de Cafayate - en bici  -  29 Marz 2009

¡Por fin estreno mi faceta deportiva!

De milagro consigo que metan mi bici en el colectivo "no hay lugar", menos mal que si no lo había, lo hicieron. Pena que Diego, porteño al que esa misma mañana había convencido de que viniese también en bici, llegó más tarde y ya no le permitiron meter la bici.
Fuimos 4 personas hasta el kilómetro 47 con la bici en la bodega. Y de allí de regreso a Cafayate.... todo precioso y espectacular, pero con el problema del "lugar para la bici" me olvidé comprar agua, y dicen que de aquí a Cafayate no hay nada....

Menos mal que en Santa Bárbara, además de 3 casas de vecinos, encontré un "museo espiritual" de un Salteño que se ha hartado de la ciudad y vive aquí, sin luz ni nada, me vendió las botellas de agua y visité su museo espiritual y de los paisajes en miniatura, muy interesante, y muy agradable el hombre, de unos 30 años y que vive con su mujer e hija.

Todo seguía perfecto y muy bonito hasta que sobre las 12 del mediodía empiezo a notar que la temperatura no era normal.... vamos, que a la 1 no quería otra cosa que llegar a Cafayate y sentarme en una cafetería.... me crucé con los franceses de el día anterior, y tras despedirnos, los últimos kilómetros se hicieron interminables.  No sé que temperatura haría, mucha, muchísima… y yo aguanto muy bien el calor, pero aquello era como un horno desde arriba, y el asfalto transformado en una parrilla por debajo (y yo en medio).

Llegué a Cafayate a las 3 pm, y me tiré en una silla de la primera heladería que vi, con la fortuna de ser la heladería más famosa del pueblo, que ha inventado el “famoso helado de Vino blanco Torrontés", y de “vino tinto Cabernet", así que me tomé uno de cada, y ya recuperado, a las "cascadas del río colorado", pero tras 5 km aquella cuesta arriba nunca se acababa, mandé todo a tomar por saco y volví a Cafayate.

En la bajada quien peor lo pasó fue el perro que tenía asignado…. sí, el perro asignado.

Explico el curioso asunto de los perros-acompañantes en Argentina:  en todo el noroeste de argentina… los abundantes perros callejeros tienen una especie de “turno de oficio”, se van repartiendo los turistas, de manera que lo acompañan durante todo el día, y en las paradas y sobretodo cuando sacas la comida, ponen cara de “perro degollado”…. tras todo el día siguiéndole a uno, sin molestar, y casi guiándole (se saben el recorrido pues lo hacen todos los días, con el turista de turno), se les coge hasta aprecio. 

Riquísima cena en la Peña de la plaza, con un grupo bien majo del hospedaje: el argentino que no pudo venir en bici (casi para su fortuna), un italiano, otro español y una belga que llevan todos, cada uno por su cuenta, meses viajando. Y también apuntamos a la mesa a una pareja que bailaban de espontáneos junto al restaurante.

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